Descubre los dones del Espíritu Santo y cómo pueden ayudarte
Es importante descubir los dones del Espíritu Santo y cómo pueden ayudarte. Para ello te traemos estas pequeñas reflexiones. ¡Disfruta la lectura!
Al celebrar la Solemnidad de Pentecostés, se nos viene a la idea, casi de forma instantánea, pensar en el Espíritu Santo, representado normalmente por una paloma blanca envuelta en rayos de luz. El Espíritu Santo es más que eso: es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Es Dios. Lo importante a saber entonces, es ¿Cuál es su acción sobre nosotros?
Bien, son muchas sus acciones sobre nosotros: nos inspira, nos convoca, renueva todo, nos hace libres. Pero de Él brotan dones (o talentos que concede en su misericordia). ¿No lo crees? Mira lo que dice San Pablo al respecto:
Así que, ahora sabiendo estas grandes verdades, descubre los dones del Espíritu Santo y cómo pueden transformar tud vida:
- Don de Temor de Dios: No significa que es un Dios castigador al cual haya que temerle, remarco: no es eso. Lo que sí es y nos invita, es a tener un respeto máximo por Dios, elegirlo a Él y su santa voluntad antes que nada. Es un santo temor que trae únicamente beneficios, pues es capaz de salvarnos de situaciones de peligro que nos pueden apartar de Dios. Pidamos para que todas nuestras palabras y acciones estén orientadas a amar a Dios sobre todas las cosas.
- Don de Piedad: El Señor nos inspira este don para saber apreciar, respetar y dignificar a las personas y cosas a Él consagradas. El mundo de hoy nos invita a vanalizar las cosas sagradas, a dar la espalda a lo divino. Ante ello, Dios nos puede conceder el don de piedad para hacer las cosas en todos los ambientes que nos movemos -nuestra parroquia, trabajo, vecindario-, con un amor que eleva, sin sentir peso, con generosidad y respetando lo divino. ¡Haznos sanamente piadosos Señor!
- Don de Fortaleza: Quizá el don más conocido y anhelado por todos, para estar preparados ante cualquier circunstancia. Es la motivación para hacer lo que debemos hacer sin reniegos, es superar los miedos y el dolor, es no dejarse llevar por las burlas del mundo que quiere ridiculizar la fe, es ser firme de convicciones, es ser valiente. Sin duda esto no se logra en las fuerzas humanas. Dios lo concede. ¡Pidamos este don siempre!
- Don de Ciencia o Conocimiento: Es muy importante remarcar que por la mala interpretación de la ciencia, muchos se han alejado de la fe, llegando a la apostasía, el gnosticismo, ateísmo o indiferencia a la fe. Este don de Ciencia o conocimiento nos ayuda a ser plenamente concientes para dar el verdadero valor a la creación de Dios y su relación con Él. Esto nos lleva a un estado perenne de gratitud y glorificación a Dios, hacedor de todas las cosas, y que permite por medio de su Santo Espíritu, que vayamos comprendiendo poco a poco las leyes de la vida. El Señor lo ha hecho todo. La ciencia y la fe siempre van unidas. Te dejo este interesante enlace para que conozcas sacerdotes científicos y sus grandes aportes: https://www.religionenlibertad.com/ciencia_y_fe/847915882/7-importantes-sacerdotes-cientificos-de-distintas-epocas-que-todo-catolico-deberia-conocer.html
- Don de Entendimiento: con el don del entendimiento, el Espíritu Santo nos saca de la esterilidad de la fe. Permite que podamos abrazar las verdades de la fe, degustarlas, amarlas más. ¿Te ha pasado cuando estudias, que al no entender algo, te frustras, enojas y quieres dejar de hacerlo? Y seguramente te ha pasado también lo contrario: al entender las lecciones que estudias, te alegras y quieres saber más. Pues no solamente en el ámbito intelectual funciona este don del Espíritu Santo, sino en todos los campos de la vida. ¡Que Dios nos permita entender todo lo que vivimos, estudiamos y experimentamos sobre todo para ver su paso maravilloso en nuestra vida!
- Don de Consejo: Este es un importante don del Espíritu Santo por medio del cual Él mismo nos inspira, para saber discernir, tomar decisiones, aquello que llamamos popularmente «las corazonadas» o «la conciencia». Es alcanzar prudencia. Va muy unido al entendimiento porque según la experiencia ya sabríamos discernir qué hacer ante distintas situaciones. Cuando aconsejamos a otros para que éste alcance un bien espiritual, es Dios que nos usa de instrumentos para llevarle su propio consejo.
- Don de Sabiduría: Este es el don cumbre del Espíritu Santo. En él encontramos la fuente para una vida terrena llena de fe, esperanza y caridad. Ella nos inspira a saber actuar, a discernir, a elegir los bienes de arriba, a confiar y esperar en las promesas de Dios. Muchas veces se piensa que este don va ligado a la edad de las personas (entre más viejo, más sabio) y no es así necesariamente. El Señor en su generosidad concede la sabiduría a quien la pide de corazón, sobre todo para anhelar los bienes del cielo y la forma de alcanzarlos. ¡Pidamos siempre la sabiduría, como la pidió Salomón!.
Esperamos que este texto te haya ayudado a conocer más los dones del Espíritu Santo y cómo, si los pides de corazón y el Señor te los concede, puedes transformar tu vida y ponerlos al servicio de los demás.
Oremos juntos:
Ven, Espíritu Creador
Visita las almas de tus fieles
Llena con tu divina gracia
Los corazones que creaste
Tú, a quien llamamos Paráclito
Don de Dios Altísimo
Fuente viva, fuego
Caridad y espiritual unción
Tú derramas sobre nosotros los siete dones
Tú, dedo de la diestra del Padre
Tú, fiel promesa del Padre
Que inspiras nuestras palabras
Ilumina nuestros sentidos
Infunde tu amor en nuestros corazones
Y, con tu perpetuo auxilio
Fortalece la debilidad de nuestro cuerpo
Aleja de nosotros al enemigo
Danos pronto la paz
Sé nuestro director y nuestro guía
Para que evitemos todo mal
Por ti conozcamos al Padre
Al Hijo revélanos también
Creamos en ti, su Espíritu
Por los siglos de los siglos
Amén