Amar la naturaleza, nuestra casa común, también es amor propio.
Muchas veces pensamos que amor propio es cuidar de nuestra salud física o nuestra apariencia, lo externo, ¡y qué va! ¡Es mucho más que eso! Acá te lo explicamos.
En los últimos años, se ha hecho común escuchar términos tales como: «cambio climático, peligro de extinción», entre otros. Todo ello muy ligado a nuestra mala administración, uso y abuso de los recursos naturales, unos por inconciencia, otros por ignorancia y otros por fines económicos personales, egoístas y desmedidos. Ante ello, desde el año 1974 se trató formalmente de entrar en las conciencias de las personas para hacer ver la magnitud del daño y lo irreversible que se torna al no tener voluntad de cambio. Y bueno, así se quedó el día 5 de junio como el día de la conciencia por el medio ambiente. Entonces, siendo pragmáticos, ¿Se han preguntado qué hacer? ¿Quiénes son los responsables de la depredación del medio ambiente? ¿Existen grados de culpa? o ¿Piensas que no es un tema de tu interés?
La realidad
Los responsables de lo que pasa, del mal uso de los recursos y la escasez que comienza a verse en muchas partes del mundo, somos todos. Todos con distintos grados de incidencia: desde el que bota un pequeño papelito en la calle, hasta las grandes industrias en el mundo. Cuidado con pensar que eso es «problema de los países grandes», de tu vecino o de otro, menos tuyo. Y algo importante, esto no es asunto de clases, porque hay tanto pobres consientes como ricos inconscientes y viceversa. Es cuestión de valores, no de estatus.
Las malas prácticas
A nivel micro, es decir, a nivel personal, cuando botamos basura en la calle, abusamos de los recursos como el agua potable, la energía eléctrica, ocupamos productos contaminantes, dejamos que se estanque la basura en desagües, o echamos basura en fuentes hídricas, somos parte del problema. A nivel macro, si eres parte o dueño de una pequeña, mediana o gran empresa, parte de las entidades gubernamentales y apruebas métodos de producción contaminantes, exceso de desechos tóxicos, pésimo tratamiento de los mismos, tala indiscriminada de los bosques, no reforestas, haces negocios ilícitos con los recursos naturales, te tengo una mala noticia, eres parte del problema. En ambos casos se es parte del problema, y más si aún viéndolo, no hay deseo de cambio o se piensa que «la naturaleza siempre se regenera».
Las consecuencias
Ya hemos visto las consecuencias. En los últimos años los desastres naturales han sido terribles en todo el mundo, huracanes y terremotos con mayor magnitud, tsunamis, tornados y demás. La tierra grita, sufre por la ingratitud de los seres humanos. A cualquiera nos preocupan estos «fenómenos naturales», -que parecieran ya no ser tan fenómenos ni tan naturales porque por nuestra mano y mala actitud se diría que son provocados-. Sufrimos mucho la pérdida de la vida humana ante ellos y más si son nuestros seres queridos. Luego solamente nos lamentamos, pero ¿y si por fin decidimos cada quien cambiar de actitud y prevenir tanto desastre?
Las buenas noticias
Hoy es el día en que podemos decidir cambiar, no ayer ni mañana, HOY. La pregunta: ¿Cómo hacerlo? Anota y practica estos tips:
- Consume lo estrictamente necesario de agua potable y energía eléctrica (desconecta lo que no uses) y piensa en quienes tienen dificultad en obtener esos servicios (Empatía).
- Reutiliza. Toma envases reutilizables para tomar agua, refrescos y demás.
- Guarda tu basura hasta encontrar un recipiente en la calle o al llegar a tu casa.
- Separa bien tu basura, y trata con caridad a los recolectores.
- Recuerda que los trabajadores de la alcaldía son servidores públicos, no tus empleados privados.
- Ten empatía por tus vecinos, no les eches la basura, no quemes y procura no incomodar. La conversación y apoyo mutuo es lo mejor.
- Si eres dueño de empresas e industrias, revisa tus procesos en el que no haya daño para tu personal ni para el medio ambiente. Crea buenas prácticas siempre, te aseguro que te irá mejor.
Desde la fe
¿Sabes quién hizo todo lo que vemos, la naturaleza, la flora, fauna y a nosotros mismos? ¿Sabes que lo ha hecho todo por y con amor? ¡Sin duda ha sido Dios! Imagina que un ser querido te regala algo que ha hecho con sus manos y lo rompes en su presencia. ¿Cómo se sentirá éste? Seguramente mal. Así se siente Dios, pero con la diferencia que es misericordioso y con amor espera que en nuestra libertad amemos la naturaleza incluso por nuestro bien.
El salmo 8 nos dice:
«…4.Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas, que fijaste tú, 5.¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides? 6.Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor; 7.le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies:»
Salmos, 8 – Bíblia Católica Online
Es por eso que te invitamos a amar más la naturaleza porque así amarás de verdad a Dios, al prójimo y a vos mismo. Recuerda a tantos hombres y mujeres que han amado y cuidado la naturaleza a lo largo de la historia y piensa: si ellos han podido, yo también.
Entonces, por amor propio y amor a Dios, cuida la naturaleza, nuestra casa común.